Después de haberlo pensado considerablemente al final te decides y quieres estudiar alemán.
Sientes entre emoción y curiosidad, porque no sabes lo que te puedes encontrar, se te pasa por la cabeza que seguro que es muy difícil, que las clases serán aburridas, con un montón de deberes y mucha chapa. Aún así quieres adentrarte en esta aventura, porque ingles ya sabes y no está de más tener nociones de otro idioma. O incluso, quién sabe, igual te encanta y quieres aprender más que cuatro nociones, así que no lo le das más vueltas compras un cuaderno nuevo y un boli y te pones a ello.
En tu primer día de estudio te das cuenta que las clases a las que has decidido apuntarte, son diferentes a todas a las que habías asistido hasta ahora.
Para empezar se te hacemos un test para saber qué tipo de estudiante eres. En base al resultado del mismo tus clases están única y exclusivamente diseñadas para ti. En todo momento las actividades que tienes que realizar se adecuen a tu tipo de aprendizaje para que te sea mucho más sencillo y nada pesado estudiar.
Ejercicios animados e interactivos, explicaciones gramaticales atractivas, y otro sinfín de actividades, te hacen darte cuenta que tu decisión de aprender alemán no sólo ha sido una idea fantástica sino que además te abre un mundo hasta ahora desconocido a la hora de aprender un idioma. Otra cosa que también llama la atención es que al final de cada clase recibirás por email un balance general de ésta.
Te comunicamos si has adquirido lo expuesto en clase al completo o sólo parte de ella con lo que te sugieren que la repitas. Además te damos una lista de ideas para hacer por tu propia cuenta donde te orientan como avanzar poco a poco. Te explicamos también que el aprendizaje de un idioma extranjero va siempre unido a la cultura del mismo.
A la vez que estudias el idioma te enseñamos a descubrir la forma de vida de los nativos, las costumbres y su historia.
Ahora sólo podrás pensar:
menos mal que decidí estudiar alemán con alemán y más!